domingo, 24 de enero de 2010

Humos de la inconsciencia.

Caí tan frágil entre el tiempo,

Ni siquiera alcance a decirte adiós.

Sólo me fui con mi mente a donde nada existe.

Donde nada se siente.


Creo que no voy a hablar,

Aquí sólo pienso.

Entre la esperanza y la realidad.


Tan delgado es este humo de la inconsciencia.

Lo que alivia el desconsuelo del perturbado,

Mientras mi boca juega con él.


Un último aliento me hace sentir tan bien.

¿Dónde me encuentro que ya no me siento?

He metido el pie en el círculo del destino.

Todos los sueños y realidades entran por mi cabeza.


La bruma sigue en dirección infinita,

Al yo escuchar los zumbidos de mis recuerdos.

Profundos.


¿Es que estoy o sólo vivo eternamente en mi inconsciencia?

Tratando de escapar.

Cuando mis pensamientos lentamente se apagan,

Como anillos del humo…De mi inconsciencia.

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