El corazón que posa ante la muerte.

Veo el corazón que posa ante la muerte,

Intentando manipular mi ser y destino.

El corazón que posa ante la muerte,

Soy su único enemigo.

Siento la tensión abarcar la atmosfera,

Mientras una mosca posa sobre un ojo a punto de ulcerarse.

La ausencia del que fue por un tiempo mi acompañante:

El corazón que posa ante la muerte.

El corazón que posa ante la muerte.

No conoce el temor, pero siempre tuvo odio en su interior.

Me consumo en este tormento,

Al observar ese corazón que posa con fulgor ante la muerte.

Que ahora me persigue, y por siempre lo hará…

¿Estás?

Hoy te escribo,

Porque sé que no lo leerás.

El viento me dice que mía tampoco serás.

¡Qué dicha!

Escribo entre luces textos siniestros.

Cerca de un arcoíris donde ilumina esa colilla que una vez fue fumada.

Hola preciosa.

¿Por qué ya no estás?

Si hoy me inyecté tu nombre en mis venas,

Y vomite tu amor entre la cena.

Para así olvidarte.

Para así callarme.

Llueven raíces que alguna vez existieron.

Cuando acariciaban cadáveres desde un cementerio.

Solitario.

Ahora me acarician a mí.

Entonces,

¿Te escribo?

O he de mirar todas las noches la luna llena,

Mientras escribo versos tristes sucios de dolor.

La vida.

Antes de que hubiese sol,

Existía algo llamado vida.

Tal vez aun no estaba en función,

Pero como siempre,

Fluía.

A veces me cuestiono:

¿Esto es lo hermoso que nos presto el superior?

Pues yo creo que sí,

De hecho es lo único que tenemos prestado;

La vida.

Y he aquí la respuesta de la duda de muchos:

¿Qué es vivir?

Vivir es nacer, crecer, pasar el tiempo absurdamente,

Malgastar emociones y tiempos inadecuados.

Vive la vida a su máxima expresión,

Porque vivir sin vivirla es como morir en cada lapso.

Y ahora, dejaré de ser, muriendo.

Como siempre he dicho somos ese árbol que al morir dejamos nuestra existencia bajo la tierra.

He de morir al igual que tu.

Michael William McGivern.

Los grandes siempre se van temprano. Daniel Q.E.P.D

Cuando menos lo esperábamos, un grande se fue temprano.

Sin dejar rastro de su despedida,

Solo un silencio.

Hoy solo recordamos a ese grande.

El que se fue temprano.

Ese que vivió en su omisión.

Sin compasión a su ser mortal,

Solo deseando ser inmortal.

Cumpliste tus palabras,

Como siempre lo hiciste.

Lo único que puedo decir es que tu partida cambio mi vida.

Jamás veré el día y la noche con los mismos ojos de desolador.

Entiendo que te encuentras en el miedo de muchos de los que estamos aquí,

Lo acepto.

Hermano mío,

Encontraste lo que tanto buscabas, la verdad.

Fue lo último que parlamos antes de tu partida.

Sé que nadie logro entenderte.

Donde quiera que estés,

Recuerda que algún día nos encontraremos.

Son tantos sentimientos que me provoca tu ausencia,

Tantos momentos que vivimos.

Y espero que esa flor que le lancé a tu cadáver,

Brille y te acompañe durante tu viaje hacía donde creas que debes estar.

Michael William McGivern.