domingo, 20 de junio de 2010

El ácido dentro de tus besos.


Tuve un viaje hacia tus ojos, mientras los veía apasionadamente entre los reflejos de lo inexplicable. Las noches eternas y místicas compartían los frutos entre la cama y el amor.

Era un paseo donde nuestras percepciones nos agarraban de la mano, logrando unir lo que estuvo separado por años en nuestras vidas. Cantábamos en la oscuridad, desnudos frente al mar que recibía la luna llena, con emociones al azar y un beso antes que acabara este camino inconsciente.

Luego me pregunte de donde venias tu y todo lo que me rodeaba. Fue allí, en ese momento, cuando comencé a sentir temor a que solo fueras producto de las mentiras que caen en la vida.

Ya no te sentía.

Lentamente te ibas cuando tu mano soltaba la mía, entonces pude reconocer que nada fue real y otra vez tropecé en el amargo ácido que solía sentir cuando te besaba, antes de acostarnos y perdernos en lo irreal.

miércoles, 21 de abril de 2010

Pink Floyd - The Trial [The Wall]

Un vídeo que me gustaría compartir con ustedes lectores, seguidores o simplemente curiosos que se pasan por acá. Es una animación de Pink Floyd, mi grupo favorito.
Disfrútenlo.
:)


martes, 20 de abril de 2010

Las escaleras de un pasado.



Baje las escaleras de mi experiencia para ver si te encontraba y allí estabas tú, fumando un cigarrillo, sintiendo las horas pasar. Yo te hable pero tú no miraste. Me pregunte si aún me recordabas o si sería esto otra mala jugada de mi mente.

Nosotros nos besábamos, tal vez yo solo me besaba.

Mis manos sudaban al recordar esas primaveras cuando Lucifer, Satanás y los Demonios compartían sus relatos mientras hacíamos el amor. La presencia de ellos no era de mi agrado, así tu los admiraras con pasión.

Estoy seguro que mi esperma caliente dejo mi huella para siempre en tu vida. Cuando tanto pedias que cayera en tu cuerpo, para sentir lo que algún día sería creación.

Hoy no me determinas, seguiste el ejemplo de la mayoría; Cada quien es dueño de su camino y lo pasajero se olvida. La única diferencia es que tú no fuiste pasajera, olvidarte fue imposible.

Me doy cuenta al ver tus pasos que el miedo puede más que el amor. Lo último que nos queda es una memoria desamparada donde lentamente se vela en un pasado.

Cuanto desearía que en realidad estuvieras aquí, no debajo de esas escaleras donde se marcan los pasados. Tenerte de frente, admirar tu rostro con una sonrisa y besarnos con el sabor amargo a nicotina, marihuana y whisky.

No cambies tu rumbo si algún día lees mis textos demacrados entre la soledad y la locura. Sigue tu camino, la reversa no existe en el tiempo.

Nunca le des color a esos momentos, ahora están en blanco y negro.

Romperé esa escalera de mi pasado algún día, pero tú te salvaras. Aún te amo.

sábado, 27 de marzo de 2010

Cada segundo sin ti es como la muerte apostando mi alma con Satanás.

Un día desperté invadido de silencio. Mi cama estaba vacía, los pelos tuyos ya habían desaparecido y tu fragancia no se sentía.

El comienzo del día me había explicado que ahora estaba más viejo, el tiempo te volvía mas fría y mi habitación comenzaría a desconocerte. Aún no se presenta miedo alguno, se que tus latidos me recuerdan.

Puede ser la última vez que derrame un vaso de vino a la melodía de mi guitarra solitaria, mientras sobo tu pelo que solo hace parte de otro producto de mi imaginación. ¿Qué puedo hacer ahora cuando los rayos del sol se apoderan de mis ojos? Probablemente llamarte a ti y colgar inmediatamente…

Así empieza el registro de una larga jornada con mi entorno vacio. Mi ventana ya no me refleja, pero las huellas que dejaste allí antes de partir posan con los años en ese vidrio glacial.

Mi alfombra sigue sucia de cenizas que solíamos dejar cuando fumábamos cigarrillos antes de hacer el amor. Ahora la que limpia los residuos es la que te reemplaza día y noche al momento de recordarte.

Todas las caras forman tu rostro al voltearme y encontrarme con mi pasado. La batalla no termina, se concentra dentro de mí. Después de tantos años prosigo la lucha, por más que la hayas terminado junto a mi vida.

Escapo de las luces del día, deseo el sueño que no puedo tener en las noches gracias a ti.

Ya no suena el timbre, los amigos que creía tener me abandonaron.

Aunque sigas atrapada en tu frialdad, gozando de los labios de alguien que no te siente, sigo aquí esperándote. Veo el reloj de arena acariciar las milésimas con tu ausencia. Nuestras cartas se acompañan en el desorden que tanto odiabas. Todo ha cambiado desde que no llegas a verme.

Puede que leas mis letras sintiendo pena por mí, sin embargo debes saber que cada segundo sin ti es como la muerte apostando mi alma con Satanás.

Me queda un adiós y ese te lo regalo. Cuídate y recuerda que siempre estoy a tu lado, así tu no estés en el mío.

jueves, 25 de marzo de 2010

Siénteme entre el silencio.

Puse mis dedos frente al espejo macabro, cuando quise ver mis lagrimas brotaban desde un sentimiento inconsciente. Ya no sabía en donde estaba, solo sentía bailar el humo de un cigarrillo que se convertía poco a poco en una colilla.

Sofocaba entre la bruma. El televisor aun sonaba, mientras el teléfono callaba. La llamada que tanto esperaba no me sentía, pero yo si a ella.

Las calles mojadas, tristes e inmóviles soplaban ese viento helado que un día nos acompaño durante el viaje hacia nuestras mentes. Quería escribir sobre esa mañana, aunque me borraras de tu vida.

Cae fin a la lluvia en este invierno extraño. No veo la sangre restregada en mi pecho, la tina aun chorrea agua, los zumbidos aumentan junto a mis oídos, la locura me acompaña en estos dos años ahogados en la soledad.

Tocan mi puerta seis veces al día, preocupados por este muerto en vida con los ojos rojos y las pestañas cortadas

Cuando recuerdo a Emily lo único que queda es temblequear junto a la nicotina. Las cartas que una vez me escribió tapan el drenaje de mi sangre combinada con agua sucia, fluyendo en la tina de mis penas.

El juego de la noche se aproxima en mis percepciones, quedándome con ese rayito de luz que ilumina mi esperanza. Todavía puedo escucharte hablar en el alumbrado, sé que sigues allí cuando no está nadie. Aproximándote, lentamente, en mis susurros silenciosos.

Entro en una viva pesadilla; Demacrado por la espera del ser humano, levantándome entre las dudas del porque. Escucho tus colores, pero ¿En donde están los sonidos?

Entonces, plasmo los llantos del pasado en tu corazón. Tal vez le mientes al mundo que ya no me quieres ver, pero sólo quiero que sepas que soy yo el observador a distancia de las verdades junto a tu mirada llena de hipocresía.

Dime si me quieres ver, sólo debes saber que he cambiado mucho….


Michael W. McGivern.


viernes, 19 de marzo de 2010

Héroe del agobio.

Llego el héroe del agobio

Con las manos vacías y un sueño en la espera.

Abre la puerta,

Y no hubo vida alguna junto a él.


Se oye el rumor del valiente que llego

Convidando el conocimiento

Sin miedo alguno a la exclusión.

Sólo quiso la verdad.


Se propagan las alas de la inconformidad

Vuela la esperanza de un nuevo día.

Donde se brame la libertad.


Héroes falsos del silencio,

Con promesas sucias de tormento.

Una mirada sin saber a dónde va,

Atrapada entre la codicia del más allá.


Que se valga algo

En tiempos de pena.

Que se atrevan los sucios a limpiar sangre limpia

Al momento de callar.


Largos viajes en la nada,

A la demora de un todo.

Calentando un pensamiento

Guiándonos a un cálido camino.


Ahora nadie recuerda.

Un rostro queda en el silencio,

Las victorias en un sueño

Y un mañana de esperar.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La pena de la muerte.

En mi esperanza yo me encontraba,

Fuera de los pensamientos donde una vez estaba.

¿Por qué te fuiste de la vida que tanto se añora?


Hoy veo la lluvia caer de un cielo triste.

Los arboles que mueven un dolor que ya no importa.

Esfumándose con el viento.


Arriba desde el cielo están nuestros amigos.

Observando a los de abajo,

Los queridos enemigos.


Deja que las almas descansen,

No lloremos en pena alguna.

Mira tú reflejo,

dime si ves a los que estan entre los ojos del más allá.


No sientan ese negro atardecer.

Daré la espalda entre la tenebrosidad,

Para marcar un último verso.


Las tormentas llegarán,

El fin se aproxima.

¿Serás tú el próximo en partir de la existencia que tanto dependemos?