domingo, 31 de mayo de 2009

Promesa de Gary

Gary Gogh había sido acusado por retratar en pinturas a criminales de Francia. Habían pasado pocos sucesos en la vida de él y poco fue lo que logro disfrutar de su vida. Mientras tanto Joseph Gogh, el hermano de Gary había vivido plenamente su vida, puesto que su oficio era diferente. El se dedicaba a escribir poesías inspiradas en aquella libertad que la vida le negaba a su hermano, Gary.

Gary jamás se negó a rechazar su arte, ya que esto era su motivo de vivir. En una ocasión le había llegado la oportunidad de renacer en aquella libertad que una vez tuvo, pero negó la condición que le ofrecía la corte suprema en ese entonces, destruir aquellas obras. La pasión y dedicación que sentía Gary por el arte lo motivaron a no acabar con la magia de sus obras, con el fin de permanecer enjaulado en esa prisión llena de desolación. Joseph le disgustaba ser espectador de la vida que tenía Gary y varias veces intento convencerlo a que se deshiciera de sus obras y darle a conocer la libertad.

Un día Joseph se canso de ver a su pobre hermano sufriendo con una vida encarcelada y fue en ese entonces cuando tomo el advenimiento de eliminar sus obras y liberar a su hermano.

En Diciembre de 1926 Gary fue liberado gracias a su hermano. No sabía que su hermano había burlado esas cuestiones de sus obras, pero las injurias para Gary comenzarían a nacer, y su furia comenzaría a florecer… Del odio más profundo juro venganza ante lo dicho.

La ausencia de aquellos malhechores retratados en un lienzo pálido formaban un vacio en la vida de Gary. Sus trabajos valían demasiado para él, no se sabía porque esos criminales eran tan importantes para él. Joseph vivía intranquilo cuando notaba que su hermano era libre en su exterior, pero prisionero en su interior.

¿De nada me sirvió liberarte de prisión, ah?- Joseph le dijo esa noche.

No sé, por favor lárgate.- Respondió Gary.

Respóndeme bien, Gary- Le insistió con un tono fuerte

¡No sé!- expreso Gary.

Y con las mismas Gary decidió partir de su habitación, sólo, triste, con un vacio en su corazón.


Había pasado un mes desde que Gary vivía la libertad externa, pero a la vez cumplía el comienzo de un dolor interno. Su arte se plasmaba en sus recuerdos, su hermano no era el mismo para él y su prisión era una jaula interna que no conocía la esperanza de una salvación.
Pasaron unos días del mes de Enero y Gary decidió reconciliarse con su hermano Joseph, pero su palabra de artista, sensata y honesta, jamás le impidió tomar venganza de aquel poeta que lo conocía como su hermano.

Esa misma tarde, después de la reconciliación, Gary le toco la puerta a Joseph para pedirle un préstamo para comprar lienzos y pinturas. Él le prestó el dinero, pero al salir se encontró con unas rimas inesperadadas, decía así:

“Libertad es vivir, condenar es morir,
Escribir es sentir, pintar es describir.
El arte es pasión, la realidad es prisión.
Destruí tu motivación,
Perdón no fue mi intensión…”


¿Qué lees?- Pregunto Joseph
Gary no hablo…Estaba inmóvil. Sus sentidos perturbaban todo su cuerpo, aquel sentimiento de venganza en ese momento se desvanecía, no sabía que sentía.

Hermano, perdón.- Gary le dijo.

¿De qué hablas?- Joseph respondió.

En ese instante Gary le entrega el dinero y se desciende a llorar. No sabía cómo expresarle lo que sentía.

En realidad no iba a comprar ni lienzos, ni pinturas.- Dijo Gary.

¿Qué ibas hacer?- pregunto Joseph.

Gary inhala en ese momento, y comienza a platicar:

Joseph, hermano mío, jure vengarme contigo por destruir mis retratos de aquellos criminales franceses, puesto que valían demasiado para mí. El valor de mis obras se debe a mi pasión hacia el mal, porque el bien jamás fue mi amigo. En cambio tú, jamás lograste comprender mis palabras. Te aferraste tanto a tu vida llena de versos expresando la libertad. Te olvidaste de mi sentimiento y echaste de menos el valor que sentía por mis pinturas. Ha llegado el momento de vengarme. – Expreso Gary.

Gary cerró los ojos y en menos de un santiamén había asesinado a su querido hermano Joseph. Al ver su cadáver en el piso, sus sentimientos se revolcaron en su ser. Se encontraba más sólo que nunca, pero sucedió lo prometido…Juro venganza.

sábado, 30 de mayo de 2009

Lluvia de amores y recuerdos.


Florece un nuevo día lleno de recuerdos,
un pasado triste y lleno de alegrías.
Alago y deshago los momentos más preciados.
Canto con la vida,
este amor no ha acabado.

Lánzate a la vida.
Amor, cosa mía.
Llora entre las penas,
calma que estarán entre mis venas.

A tu lado permanezco, alegre y bullicioso,
viviendo por una sonrisa que ilumine ese bello rostro.

Elimina esa pesadumbre,
brindemos por los momentos.
Porque todo lo que pasamos es una lluvia de amores y recuerdos.

lunes, 25 de mayo de 2009

Un retrato lleno de penas.

Acabo de levantarme. Mi mamá ya no está. Ahora me encuentro sólo, mi hermano tampoco está. Hoy me siento más triste que nunca, nadie está. Se fueron, me abandonaron, creo que es culpa de aquel superior. Ese castigador que lo único que nos regala es sufrimiento en este mundo lleno de dolor.

En realidad nadie esta, todos no están. Es la realidad de la vida, diría yo. Entre tantas cosas que vemos y tantos abandonos y desaires que vivimos a medida que pasa el ocaso del tiempo logramos llegar a la conclusión que lo único seguro que nosotros tenemos es el fin. Por eso he decidido levantarme como toda mañana con aquel pensamiento diario, de ver aquella cama desamparada con sus cabellos rizados regados en sus almohadas, su fragancia en estado de ausencia y su eco que ya no existe. Escandaloso, fastidioso, llamándome para alistarme para la escuela.

El teléfono suena y maldita sea es una de sus amigas lamentando su ausencia, Amparo. Ella intenta alegrar mis estúpidos días y me dice lo mucho que lo siente. Pura mierda. Nada gano cuando su estúpida voz chillona intenta endulzar mis tristezas, lo único que me brinda es dolor y desesperación…Porque ni ella, ni me hermano se encuentran.

Nunca los habría soltado si hubiese adivinado que esto se convertiría en un dolor insanable para esa cosa que se llama alma. Quiero reventar cada momento que vivo, callar todas las voces que me rodean y adjuntar cada dolor, dárselo a aquel Dios a ver si logra sanar ese conflicto que creo en mí.

Ya no quiero pensar más, quiero callar mis penas y morir en paz. Abandonar mi comienzo y conocer ese fin, donde pueda tocar ese supuesto paraíso o ahogarme en ese infierno donde esos antiguos malhechores sienten sofocación. No sé, sólo quiero escapar.