El olvido.

Hemos olvidado nuestra postura para besarnos,
Nuestras caricias para endulzarnos.
Hemos olvidado amarrar un lazo que atrape el tiempo.
Donde se aten los momentos que con el tiempo se acabaron.

Existir ahora es a lo que me veo enfrentado.
Obligado, atado.
Intentando huir de esta locura que ha empezado a marchitar mis sentimientos.
Me destruye este momento.
Porque hemos olvidado.

Hemos olvidado a mirarnos profundamente,
A cambio de alterar nuestros corazones por pensar con la mente.
No sé si estoy presente, pero estos versos al parecer me entienden.
Porque tu ausencia no he olvidado, pero tú cariño se ha alejado.
No creo que entiendas, porque lo has olvidado ¿Cierto?

Siento que los días me pagan con las injurias más duras que alguien se ha imaginado.
En el fondo sé que soy un amante sin compasión,
Porque tu amor lo siento todavía con pasión.
Así hayas olvidado cada momento que te acaricie,
Así haya olvidado cada momento que bautice un verso gracias a tu dolor.

Ya no sé que pienso.
Si tal vez me entiendo escribiendo,
¡Oh que me vea a seguir viviendo en un mundo con mi corazón descuartizado!
Porque tal vez este sea mi destino….Un enamorado olvidado.

Su olor.

¿A que huelo, querido?- Le pregunta contenta.

No sé.- Respondió friamente su esposo.

¿Qué pasa?¿Por qué no me respondes? ¿A qué huelo?

Si te digo a que hueles, sentiras desprecio por tu ser.- Afirmo su esposo.

Dime a que huelo....- Su desesperación abarcaba el ambiente insólito donde se encontraba la pareja.

Hueles a muerte...-Respondió su esposo.

¿Por qué dices eso?- Le pregunta sintiéndose extraña.

Porque estás tan cerca de la muerte, que ya logro sentir su olor en ti.

Tu Retrato.

Hoy me descendí a mi cama junto a ti,
Sucedió algo extraño… Tus pies se encontraban de frente ante mí.
Por un momento me creí inmortal,
Sólo por creerme que el amor es superficial.

Te quise dejar plantada en esa cama,
Esa en donde parecías la flor más soberbia.
Sólo agarre dos pinceles,
Para así poderte pintar.

Pinturas tras pinturas,
Plasmando tú dulzura,
Combinándolas con café,
Y una mañana insegura.

Así comencé y con una lágrima me inspire.
Aceite linaza,
Trementina,
Un amor que por siempre respira.

No te pregunte,
Tal vez te deplore.
En realidad jamás me importo.
Lo único que quise, quiero y querré es sentir está sensación.

Y así me callo,
Tú también te callas.
Ambos callamos.
Sentimos aquel silencio,
Ese donde se plasma tu retrato lleno de belleza.

Seré tu silencio.

Seré tu silencio,
Por no saber cómo me siento.
Quieres escapar de lo que te expreso,
Y convertir mis versos en dolores intensos.


Seré el murmullo de tu conciencia.
Esa que lastima durante sentimientos lleno de suplicio,
Abarcando todos esos llantos de falsas ausencias.


Seré tu silencio.
Porque desde hoy a fluido el rencor de mis exasperaciones,
De lo más profundo nacen cargantes agotamientos.

Seré tu silencio.
¡Ha de escurrir todos mis sentimientos!
Porque desde hoy,
Hasta siempre,
Seré tu silencio...