domingo, 24 de enero de 2010

Humos de la inconsciencia.

Caí tan frágil entre el tiempo,

Ni siquiera alcance a decirte adiós.

Sólo me fui con mi mente a donde nada existe.

Donde nada se siente.


Creo que no voy a hablar,

Aquí sólo pienso.

Entre la esperanza y la realidad.


Tan delgado es este humo de la inconsciencia.

Lo que alivia el desconsuelo del perturbado,

Mientras mi boca juega con él.


Un último aliento me hace sentir tan bien.

¿Dónde me encuentro que ya no me siento?

He metido el pie en el círculo del destino.

Todos los sueños y realidades entran por mi cabeza.


La bruma sigue en dirección infinita,

Al yo escuchar los zumbidos de mis recuerdos.

Profundos.


¿Es que estoy o sólo vivo eternamente en mi inconsciencia?

Tratando de escapar.

Cuando mis pensamientos lentamente se apagan,

Como anillos del humo…De mi inconsciencia.

viernes, 22 de enero de 2010

Vida y muerte.



Soy ahora,

Y lo que siempre he sido.

Un vencedor subrepticio.


Carne mía atada a un suelo.

Sin poder escapar.


La impaciencia,

El compañero de todo dolor.

Cubre la condenada esperanza de una transformación.


La muchedumbre me observa

En mi corriente forma de vivir.

Pero existe algo inusual en mí: Enmudezco mis pensamientos.


Llega la vibra,

Alterando mis sentidos.

¿Es que estoy o sólo miro?


Voy a cerrar los ojos,

Dejar mi materia caer sin rumbo.

Sé que ha de ser así.

Sin importar nada más.


Ahora, como nunca, del cielo descenderé.

Observando mi subsistencia,

Sin dependencia alguna.

He de finalizar.

jueves, 14 de enero de 2010

Frase

"Así es la vida, a veces hay que mamar gallo."
-Dario Rubio.

Pensamiento ( II )

Cuando morimos las palabras que una vez manifestamos se vuelven más profundas.

¿Soy yo o eres tú?

Las campanas suenan al mediodía.

Tú mirada se aparta para desafiar mi presencia.

Entonces, me pregunto: ¿Soy yo o eres tú la que callas?


El pasto del tímido se destruye por mis nervios.

Tu respiración ya no se escucha.

Queremos, pero no podemos resistirnos al engreimiento entre las venas.


Intento marcar territorio con las llamas de mis dedos,

Mientras tú resistes a la afición que ya no existe.

La rosa que te regale un par de meses a tras aún nos observa.

Sabe que ya no existo.


Todavía escucho tu tren partir,

Cuando te observo en tu sigilo.

Tal vez sea mejor olvidarnos mutuamente.


Puedo sentir las gotas de tu tejado advirtiéndome que me vaya.

Mostrándome mi cara demacrada frente a un reflejo de agua.

¿Soy yo o eres tú la que callas?


Es la hora y mi corazón, flemático, llora sangre.

Yo intento oler el cielo,

Con mis ojos atrapados en el pasado.


Cuanto se distorsiona la ilusión,

A la fuerza de esperar tan sólo una palabra de ti.

Ya sé quien calla tanto cuando estamos juntos.

Tú.

lunes, 11 de enero de 2010

Un término que se fue.

No me gaste las palabras

Para escucharte hablar de la nada.

Quiero saber si aún te entiendes,

Para ver si lo tengo bastante claro.


El corazón de adentro aún me escucha,

Pero, ¿tú aún lo haces sin decir cosas sin sentido?

Mira, todos sabemos que arriba no es abajo.


Tengo diez cadenas amarradas a mi mente.

Los ojos tuyos aún derraman lágrimas de tranquilidad,

Mientras las mías brotan del desconsuelo que ya no estás.


Todavía puedo sentir el sabor amargo de un beso desganado.

Cuando salías corriendo, gritando mi nombre a la burla de los ignorantes.

Eso ya acabó, aunque se marque en un pasado.


Caprichosa que ya no ves,

Ahora marcas tu honradez.

Te has olvidado ser,

Convirtiéndote en parecer.


Vengo yo, impetuoso.

Pintando tu desnudez,

Siguiendo los movimientos apasionados de tu materia.

Así ni cuenta te des.


Finalmente caes en la trampa del orgullo,

Junto a tu pelo pulimentado.

Tu habla ha desaparecido,

Pero tu propia vida te ha marcado.

viernes, 8 de enero de 2010

Vesania (I)

Desde aquel día mi vida se ha consumido como el cadáver que huyó de la fría realidad.

El silencio ha caído a través de los años,

Mientras los versos que una vez escribí en mi sucia pared se escondían de la luz.


Un anciano ha permanecido tres días frente a mi hogar.

Preocupado por los ruidos junto a la soledad.


Las luchas internas me han ganado,

He perdido cada sintonía con mi mente.

¡Puedo verla, aún vive!


El águila dorado pasa siempre a las dos de la tarde frente a mi habitación.

Mirándome profundamente,

Cuando suena el televisor que oculta mi locura.


¿Sera por eso que no me dejan salir?

¿Por tantas jeringas que sitúan en mi suelo?…


El espejo me miente.

Muestra un tipo que no existe,

Se lo ha llevado la muerte.


Mi razón se despide de mí cuando quiere.

Eso me da miedo,

Porque hace que me sienta muy mal.


Los arboles me lloran en el crepúsculo.

Mi ventana comienza a enfrentar el viento.

¿Dónde estoy?

Es la pregunta que atormenta mi ambiente siniestro…


Mis amigas, las moscas, ya no me hablan.

Sus aleteos se han detenido.

Mis oraciones no sirven,

Dado que no reviven de mi caja de esperanzas.


El mundo se me va. En blanco.

Todo lo que me rodea se une, para despedirse de mí.

Señor anciano no me salvara, tengo cien candados protegiéndome.

Temo despedirme para siempre.

¿Sera que esta es la muerte o otra cruda ilusión?

lunes, 4 de enero de 2010

Nosotros y él.

Nos hemos encontrado.

Después de tanto tiempo logramos transformarnos,

Como dos peces en el rumbo hacia el océano eterno.

Con el fluido de un mar salado.

Así son las lágrimas del ya abandonado.


Puedo ver tu mirada,

Cuando dices que soy el único al que amas.

Aunque exista otro en tu vida solitaria.


Bésame, es lo único que te pido.

No por amor,

Sólo quiero sentir que aun haces parte de mí.


Sé que mi voz ya no la escuchas,

Gracias al miserable que apareció en momentos de tortura.

Lastimosamente dejaste que te llevaran por la malhechora seducción,

Del que no te ama de verdad.


Pero, hoy me escuchas.

Mientras él, al frente de una ventana húmeda, nos observa.

Algún día tendrá que entender que eres para mí, eternamente.


No lo mires, el no es tuyo.

Soy yo, el que susurra suavemente a tu oído.

El que te pertenece.


Hagamos el amor, no importa si está presente.

Te deseo tanto, han sido una cantidad de momentos en mi existencia sin ti.

Respira profundamente, te prometo que jamás te dejare ir.


Ya no daremos la espalda del uno al otro, estoy seguro.

Sé que esto eliminara la frialdad que atrapas en tu corazón.

Lo siento, aparecido indeseado, ya no haces parte de tu tétrico juego del dolor.


sábado, 2 de enero de 2010

Meditación # 5

Nos encontramos en un mundo donde todos complican la vida y hacen difícil vivir en ella. Esto se da por las personas que creen vivir distintos a los demás. La vida es única y el humano puede vivir de forma hermanada.

Por lo tanto, no generes disentimiento en la vida ajena. Regala comprensión a todos los que se acerquen.

Haz que el sol salude y se despida de forma majestuosa para todo el mundo, con sus bienhechores rayos de luz y calor.