sábado, 27 de diciembre de 2008

Tu amor se desvanece y mi dolor permanece.

Entre sorbos de alcohol, en eterna desesperación,
Te perdí de dicha manifestación.
Mi error, mi impenetrable y alármate error, logro formar tantas injurias en mi corazón.

¡Oh mi amada! Mi dulce y bella dama.
Cuanto te amo y daría lo que fuera por brindarte mi más preciado corazón.
Mi ahogo y desespero no es inigualable a la falta de tu incontrolable amor.
En mi siniestro infierno,
Mi dolor interno,
No te echo de menos
Asi tu me olivdes y me trates como el resto.

No hay comentarios: