viernes, 5 de diciembre de 2008

Contra La Seducción

En días de invierno,
En tiempo oscuro, sin esperanza,
Te arrojé toda de mi pensamiento,
Oh, quimera de la inmortalidad.

Ahora que el ardiente verano brilla,
Ahora entiendo que hice bien;
El corazón de nuevo he coronado,
Pero reposa en la tumba la ilusión.

Navego por la corriente clara,
Que fluye refrescante por mi mano;
Miro arriba, a la catedral azul,
Y no busco otra patria mejor.

Ahora, por fin, florecido lirio,
Entiendo tu queda salutación;
¡Tan claro como arde la llama,
Sé que he de morir igual que tú!

1 comentario:

Eduar Barbosa (MenteDeHumo) dijo...

Nojoda hey! esa primera parte.. pasadísima, de lo mejor, cuídate amigo mio.